Hola amigos: AL VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., Las pitones birmanas que invaden las zonas silvestres del sur de Florida están devorando a gran velocidad los mamíferos que habitan en ese área de Estados Unidos, conocida por contar un ecosistema único en el mundo, según la Academia Nacional estadounidense de Ciencias.
La pitón birmana, de hermosos colores, es un animal solitario al que solo se suele ver acompañado durante la primavera, su época de apareamiento. National Geographic.
La pitón birmana es carnívora y se alimenta principalmente de aves y pequeños mamíferos. Su sentido de la vista es mediocre y acecha a sus presas con los receptores químicos de la lengua y los sensores de calor que recorren su mandíbula. Matan por constricción, atrapando a la víctima con sus afilados dientes y enrollándose alrededor de su cuerpo, al que aprietan hasta la asfixia. Los ligamentos de la mandíbula se pueden estirar para tragar a la presa entera. National Goegraphic.
MALASIA SERPIENTES: .- Foto de archivo de una serpiente pitón de Birmania albina (Python molurus bivittatus) se encuentra en la exhibición 'Encuentro con Reptiles' en el KLCC de Aquaria en Kuala Lumpur, La pitón de Birmania es nativa de Birmania, Tailandia, Vietnam e Indonesia. EFE/AHMAD YUSNI
Miami (EEUU), 31 ene (EFEverde).- Las pitones birmanas que invaden las zonas silvestres del sur de Florida están devorando a gran velocidad los mamíferos que habitan en ese área de Estados Unidos, conocida por contar un ecosistema único en el mundo, según la Academia Nacional estadounidense de Ciencias.
"Los mamíferos vistos en el Parque Nacional de los Everglades entre 2003 y 2011 han caído un 99,3 por ciento en el caso de los mapaches, un 98,9 por ciento en el de zorros y un 87,5 por ciento en el de linces", asegura esa organización en un artículo publicado hoy en el último número de su revista científica, Proceedings of the National Academy of Sciences.
Según los responsables del estudio, las pitones birmanas son un claro ejemplo de la "amenaza que suponen las especies invasoras para la biodiversidad mundial".
"Las pitones birmanas, unas serpientes constrictor gigantes nativas de Asia, ahora se encuentra por todo el sur de Florida", después de que su población haya "incrementado drásticamente desde 2000, tanto en número como en dispersión geográfica", explica el estudio.
Mientras que hacia el año 2000 "era común ver una gran variedad de mamíferos y pájaros" en los Everglades, una extensa superficie pantanosa que ocupa prácticamente la totalidad del sur de Florida -salvo el terreno urbano ganado por el ser humano-, los responsables del estudio apuntan que tan sólo una década después cada vez es más raro ver a esos animales.
En su opinión, este descenso coincide con la propagación de las pitones en los Everglades, generalmente porque la gente que la tenía como mascotas las abandona en el campo al ver que ya no pueden ocuparse de ellas.
"Cuando uno las compra recién nacidas, son una preciosidad, pero a las dos semanas ya se da cuenta de que la cantidad de comida que demanda es enorme. A los dos meses ven que la serpiente cada vez come más, es más grande y hasta empieza a mirar con ojos golosos al niño de la casa", comentó a Efe Ken Vallen, un voluntario del parque de los Everglades.
Según explicó, "el propietario de la pitón se ve entonces sobrepasado por el coste y el peligro que supone, y la abandona aquí, sin ser consciente de la enorme velocidad a la que se reproduce este animal, especialmente en un lugar como éste en el que no hay ningún otro predador que las amenace".
Los datos del estudio publicado hoy reflejan además que la observación de mamíferos en los Everglades "ha descendido menos en las zonas donde las pitones sólo se han descubierto más recientemente".
A mediados de marzo está previsto que entre en vigor en EEUU la prohibición de importar a este país pitones birmanas y otras tres especies de grandes serpientes, una medida que era reclamada por las autoridades locales desde hacía años.
"Esta medida es un hito para la protección de los Everglades. Las serpientes constrictor gigantes no pertenecen a los Everglades, como tampoco a los patios traseros de las casas de la gente", dijo el secretario estadounidense de Interior, Ken Salazar, cuando el pasado 17 de enero anunció la decisión de prohibir su importación.
Recientemente apareció una pitón birmana de cuatro metros en la piscina de una vivienda de las afueras de Miami y poco antes se encontró otra que acababa de comerse un ciervo de más de 30 kilos, así como otra que al ser capturada estaba digiriendo un caimán.
En 2009 una niña de dos años murió estrangulada mientras dormía por una pitón birmana que se escapó de su jaula en la casa donde vivía, al norte de Orlando (Florida). EFE
Miami (EEUU), 31 ene (EFEverde).- Las pitones birmanas que invaden las zonas silvestres del sur de Florida están devorando a gran velocidad los mamíferos que habitan en ese área de Estados Unidos, conocida por contar un ecosistema único en el mundo, según la Academia Nacional estadounidense de Ciencias.
"Los mamíferos vistos en el Parque Nacional de los Everglades entre 2003 y 2011 han caído un 99,3 por ciento en el caso de los mapaches, un 98,9 por ciento en el de zorros y un 87,5 por ciento en el de linces", asegura esa organización en un artículo publicado hoy en el último número de su revista científica, Proceedings of the National Academy of Sciences.
Según los responsables del estudio, las pitones birmanas son un claro ejemplo de la "amenaza que suponen las especies invasoras para la biodiversidad mundial".
"Las pitones birmanas, unas serpientes constrictor gigantes nativas de Asia, ahora se encuentra por todo el sur de Florida", después de que su población haya "incrementado drásticamente desde 2000, tanto en número como en dispersión geográfica", explica el estudio.
Mientras que hacia el año 2000 "era común ver una gran variedad de mamíferos y pájaros" en los Everglades, una extensa superficie pantanosa que ocupa prácticamente la totalidad del sur de Florida -salvo el terreno urbano ganado por el ser humano-, los responsables del estudio apuntan que tan sólo una década después cada vez es más raro ver a esos animales.
En su opinión, este descenso coincide con la propagación de las pitones en los Everglades, generalmente porque la gente que la tenía como mascotas las abandona en el campo al ver que ya no pueden ocuparse de ellas.
"Cuando uno las compra recién nacidas, son una preciosidad, pero a las dos semanas ya se da cuenta de que la cantidad de comida que demanda es enorme. A los dos meses ven que la serpiente cada vez come más, es más grande y hasta empieza a mirar con ojos golosos al niño de la casa", comentó a Efe Ken Vallen, un voluntario del parque de los Everglades.
Según explicó, "el propietario de la pitón se ve entonces sobrepasado por el coste y el peligro que supone, y la abandona aquí, sin ser consciente de la enorme velocidad a la que se reproduce este animal, especialmente en un lugar como éste en el que no hay ningún otro predador que las amenace".
Los datos del estudio publicado hoy reflejan además que la observación de mamíferos en los Everglades "ha descendido menos en las zonas donde las pitones sólo se han descubierto más recientemente".
A mediados de marzo está previsto que entre en vigor en EEUU la prohibición de importar a este país pitones birmanas y otras tres especies de grandes serpientes, una medida que era reclamada por las autoridades locales desde hacía años.
"Esta medida es un hito para la protección de los Everglades. Las serpientes constrictor gigantes no pertenecen a los Everglades, como tampoco a los patios traseros de las casas de la gente", dijo el secretario estadounidense de Interior, Ken Salazar, cuando el pasado 17 de enero anunció la decisión de prohibir su importación.
Recientemente apareció una pitón birmana de cuatro metros en la piscina de una vivienda de las afueras de Miami y poco antes se encontró otra que acababa de comerse un ciervo de más de 30 kilos, así como otra que al ser capturada estaba digiriendo un caimán.
En 2009 una niña de dos años murió estrangulada mientras dormía por una pitón birmana que se escapó de su jaula en la casa donde vivía, al norte de Orlando (Florida). EFE
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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