miércoles, 15 de febrero de 2012

Astronomía: APEX Vuelve su Mirada hacia las nubes oscuras de Tauro

Hola amigos: AL VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., Una nueva imagen del telescopio APEX (Atacama Pathfinder Experiment), situado en Chile, muestra un sinuoso filamento de polvo cósmico de una longitud de más de diez años luz. En su interior, se ocultan estrellas recién nacidas junto con densas nubes de gas que, al borde del colapso, acabarán formando a su vez nuevas estrellas. Es una de las regiones de formación estelar más cercana a nosotros. Los granos de polvo cósmico están tan fríos que son necesarias observaciones de alrededor de un milímetro (como las llevadas a cabo por el instrumento LABOCA, instalado en el telescopio APEX) para detectar su débil brillo.



Imagen de APEX de un filamento de formación estelar en Tauro .- Formación estelar en las “zonas oscuras del cielo”



Esta imagen de parte de la Nube Molecular de Tauro, tomada por el telescopio APEX, muestra un sinuoso filamento de polvo cósmico con una longitud de más de diez años luz. En su interior, se ocultan estrellas recién nacidas y densas nubes de gas que, al borde del colapso, acabarán formando, a su vez, nuevas estrellas.Los granos de polvo cósmico son tan fríos que son necesarias observaciones en longitudes de onda submilimétricas, como las llevadas a cabo por la cámara LABOCA en el telescopio APEX, para detectar su débil brillo. Esta imagen muestra dos regiones en la nube, conocidas como Barnard 211 y Barnard 213.Las observaciones en el rango milimétrico hechas con la cámara LABOCA en APEX, que revelan la emisión caliente de los granos de polvo cósmicos, se muestran en tonos anaranjados. Están superpuestas a una imagen de la misma región obtenida en el rango visible, en la que puede verse el rico fondo de estrellas. La estrella brillante situada encima del filamento es φ Tauri.
Crédito:ESO/APEX (MPIfR/ESO/OSO)/A. Hacar et al./Digitized Sky Survey 2. Acknowledgment: Davide De Martin.
Millimetre-range and visible-light views of a star-forming filament in Taurus side-by-side... APEX only, DSS only



Estas dos imágenes son de la misma zona de la Nube Molecular de Tauro, que se encuentra a unos 400 años luz de la Tierra. Su relativa cercanía la convierte en un lugar ideal para estudiar la formación estelar. La dramática comparación muestra cómo las nubes de granos de polvo cósmico aparecen oscuras al ser observadas en luz visible (imagen de la izquierda), pero se ven iluminadas cuando se observan en longitudes de onda de alrededor de un milímetro (imagen de la derecha). Las observaciones de la derecha fueron llevadas a cabo por la cámara LABOCA en el telescopio APEX.
Crédito:ESO/APEX (MPIfR/ESO/OSO)/A. Hacar et al./Digitized Sky Survey 2. Acknowledgment: Davide De Martin.



Diagrama donde se muestran las posiciones de Barnard 211 y Barnard 213 en Tauro



Este diagrama muestra la constelación de Tauro (El Toro). La posición de las regiones de formación estelar Barnard 211 y Barnard 213 se muestra en rojo.



Imagen del “Digitized Sky Survey” de una zona de la Nube Molecular de Tauro



Esta imagen muestra una visión de gran campo de parte de la Nube Molecular de Tauro, situada a unos 400 años luz de la Tierra. Su relativa cercanía la convierte en un lugar ideal para el estudio de la formación estelar. Pueden verse, destacadas sobre el fondo estrellado, numerosas nubes oscuras de polvo.
Crédito:Digitized Sky Survey 2. Acknowledgment: Davide De Martin.



Comparación, al pasar el cursor sobre la imagen, del filamento de formación estelar en Tauro visto en el rango milimétrico y en luz visible.



These two images are of the same part of the Taurus Molecular Cloud, about 450 light-years from Earth. Its relative closeness makes it an ideal place to study the formation of stars. The images show how clouds of cosmic dust grains appear dark and obscuring when observed with visible light, but are seen to glow when observed with light of wavelengths around one millimetre. The millimetre-range observations were made with the LABOCA camera on the APEX telescope. The upper-right part of the dusty filament shown here is known as Barnard 211, while the lower-left part is Barnard 213.
Credit:
ESO/APEX
http://www.eso.cl/fotos_exter/2012feb_15_6.php,
http://www.eso.cl/fotos_exter/2012feb_15_7.php



La Nube Molecular de Tauro, en la constelación de Tauro (El Toro), se encuentra a unos 450 años luz de la Tierra. Esta imagen muestra dos partes de una larga estructura filamentosa en esta nube, conocidas como Barnard 211 y Barnard 213. Se llaman así en honor al atlas fotográfico de Edward Emerson Barnard, “Sobre las zonas oscuras del cielo” (On the dark markings of the sky), compilado a principios del Siglo XX. En luz visible, esas regiones aparecen como senderos oscuros, pobres en estrellas. Barnard acertó al argumentar que este aspecto se debía a “material que provoca un oscurecimiento en el espacio”.



Hoy sabemos que esas marcas oscuras son en realidad nubes de gas y granos de polvo interestelar. Los granos de polvo — diminutas y finas partículas similares al hollín y la arena — absorben la luz visible, bloqueando nuestra visión del rico campo de estrellas que se oculta tras las nubes. La Nube Molecular de Tauro es especialmente oscura en longitudes de onda visibles, ya que carece de estrellas masivas que iluminen la nube tal y como ocurre en otras regiones de formación estelar como Orión (ver nota eso1103). Los propios granos emiten un débil brillo pero, debido a que son extremadamente fríos (con temperaturas de alrededor de -260 grados Celsius) su luz sólo puede verse en longitudes de onda mucho más largas que las de la luz visible: longitudes de alrededor de un milímetro (ver imagen eso1209b y la comparación al pasar el ratón sobre la imagen eso1209ea para ver cómo la visión en el rango milimétrico aparece brillante donde la visión en luz visible aparece oscura).



Estas nubes de gas y polvo no son solo un obstáculo para los astrónomos que desean observar las estrellas que se ocultan tras ellas. De hecho, son el lugar del nacimiento de nuevas estrellas. Cuando las nubes colapsan por su propia gravedad, se fragmentan, generando pequeñas condensaciones de gas en cuyo interior pueden formarse densos núcleos, dentro de los cuales, el hidrógeno en forma gaseosa se vuelve lo suficientemente denso y caliente como para iniciar reacciones de fusión: ha nacido una nueva estrella. El nacimiento de la estrella está rodeado por una densa capa de polvo que bloquea las observaciones en longitudes de onda visibles. Ese es el motivo por el cual las observaciones en longitudes de onda más largas, como el rango milimétrico, son esenciales para la comprensión de los estadios iniciales de formación estelar.



La parte superior derecha del filamento mostrada aquí es Barnard 211, mientras que la parte inferior izquierda es Barnard 213. Las observaciones en el rango milimétrico hechas con la cámara LABOCA en APEX, que revelan la emisión térmica de los granos de polvo cósmicos, se muestran en tonos anaranjados, y están superpuestas a una imagen de la misma región obtenida en el rango visible, en la que puede verse el rico fondo de estrellas. La estrella brillante situada encima del filamento es φ Tauri, mientras que la estrella parcialmente visible situada en el margen izquierdo de la imagen es HD 27482. Ambas estrellas están más cerca de nosotros que el filamento, y no están asociadas al mismo.



Las observaciones muestran que Barnard 213 ya se ha fragmentado en varios núcleos densos — tal y como muestran las concentraciones de polvo brillante — donde ya ha tenido lugar la formación de estrellas. Sin embargo, Barnard 211 está en un estadio anterior de su evolución; el colapso y la fragmentación aún están teniendo lugar, lo que desencadenará la formación estelar en un futuro. Para los astrónomos esta región es, por tanto, un lugar excelente para estudiar cómo las denominadas por Barnard “zonas oscuras del cielo” juegan un papel crucial en el ciclo de la vida de las estrellas.



Las observaciones fueron llevadas a cabo por Álvaro Hacar (Observatorio Astronómico Nacional-IGN, Madrid, España) y colaboradores. La cámara LABOCA opera en el telescopio de 12 metros “Atacama Pathfinder Experiment (APEX)”, ubicado en el llano de Chajnantor, en los andes chilenos, a una altitud de 5.000 metros. APEX es un experimento que abre el camino a la próxima generación de telescopio submilimétrico, el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), que está siendo construido y operado en el mismo llano.
Información adicional



APEX es una colaboración entre el Instituto Max Planck de Radioastronomía (MPIfR), el Observatorio Espacial de Onsala (OSO), y ESO, que a su vez se hará cargo de las operaciones.



El Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), una instalación astronómica internacional, es una colaboración entre Europa, América del Norte y Asia Oriental en cooperación con la República de Chile. La construcción y operaciones de ALMA en Europa están lideradas por ESO, en América del Norte por el National Radio Astronomy Observatory (NRAO), y en Asia Oriental por el Observatorio Astronómico Nacional de Japón (NAOJ). El Joint ALMA Observatory (JAO) proporciona al proyecto la unificación tanto del liderazgo como de la gestión de la construcción, puesta a punto y operación de ALMA.



El año 2012 marca el 50 aniversario de la creación del Observatorio Europeo Austral (European Southern Observatory, ESO). ESO es la principal organización astronómica intergubernamental de Europa y el observatorio astronómico más productivo del mundo. Quince países apoyan esta institución: Alemania, Austria, Bélgica, Brasil, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Holanda, Italia, Portugal, el Reino Unido, República Checa, Suecia y Suiza. ESO desarrolla un ambicioso programa centrado en el diseño, construcción y operación de poderosas instalaciones de observación terrestres que permiten a los astrónomos hacer importantes descubrimientos científicos. ESO también desarrolla un importante papel al promover y organizar la cooperación en investigación astronómica. ESO opera tres sitios únicos de observación de categoría mundial en Chile: La Silla, Paranal y Chajnantor. En Paranal, ESO opera el Very Large Telescope, el observatorio óptico más avanzado del mundo, y dos telescopios de rastreo. VISTA trabaja en el infrarrojo y es el telescopio de rastreo más grande del mundo, y el VST (sigla en inglés del Telescopio de Rastreo del VLT) es el telescopio más grande diseñado exclusivamente para rastrear el cielo en luz visible. ESO es el socio europeo de un revolucionario telescopio, ALMA, el proyecto astronómico más grande en desarrollo. Actualmente ESO está planificando el European Extremely Large Telescope, E-ELT, el telescopio óptico y de infrarrojo cercano de categoría 40 metros, que llegará a ser “el ojo más grande del mundo para mirar el cielo”.
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